La Capital de Cantabria, Santander.


A tan sólo 23 kms. del Albergue Paradiso

vista de Santander
Santander es una ciudad portuaria, capital del municipio con mismo nombre y capital de la autonomía de Cantabria.

En 2011 tiene una población de 179.921 habitantes.

En la península de la Magdalena, de la ciudad costera de Santander, se construyó el Palacio de la Magdalena por suscripción popular, para albergar al rey Alfonso XIII y a su familia quienes lo ocuparon regularmente hasta la proclamación de la segunda república.
Actualmente es un importante atractivo turístico y lugar de recreo. Posee un minizoológico, un paque recreativo para los niños, accesos a las playas circundantes y también alberga la Universidad Internacional Palacio de la Magdalena Menéndez Pelayo (UIMP) donde todos los veranos acuden a su cita importantes personalidades, que imparten en sus aulas lecciones magistrales para alumnos venidos de todas las partes del mundo.

Ofrece al visitante una de las más ricas y variadas propuestas museográficas, entre las dedicadas a la mar y a los hombres, de cuantas se ofrecen en España. En sus más de tres mil metros cuadrados de exposición, muestra la vida marina y todas las formas de relación del hombre con la mar a lo largo de su historia. Cuenta también con un impresionante acuario y realizan actividades y talleres dirigidos a escolares.
El edificio fue construido e inaugurado en el año 1916.
Nada tiene que ver este casino con el que se edificara en 1870 en el mismo lugar y que fue escenario durante muchos años de numerosas fiestas, en las que se dieron cita Amadeo de Saboya, Alfonso XIII, Victoria Eugenia, así como familias de la aristocracia nacional e internacional que acudían a Santander atraídos por la belleza de sus playas. Este segundo edificio compaginó la ruleta y el bacará con los bailes, cotillones y la puesta en escena de obras teatrales, musicales y compañías de ópera que se sucedían en su teatro. No por ello dejó de ser el punto neurálgico de las diversiones estivales, situación que, sin embargo, sufrió un notable giro durante la posguerra.
El cierre casi total de sus instalaciones, salvo el teatro, que fue destinado a sala cinematográfica de arte y ensayo, se mantuvo hasta el 1 de diciembre de 1978, fecha en que se reabrió exclusivamente como casino de juego, tras su restauración, que conservó el estilo neoclásico con apuntes modernistas. Actualmente cuenta con una sala de juego, y una sala de máquinas de azar, un restaurante, tres comedores, dos bares, instalados en cada una de las salas de juego; una cafetería y una sala de fiestas. También cuenta con una sala de exposiciones donde suele ser habitual la presencia de obras de arte de distintos autores. Los juegos que se practican en la sala de juego son la ruleta de un solo 0, black-jack, poker sin descarte, y máquinas de azar y ruletas electrónicas en la sala de máquinas. Actualmente se ha incorporado la modalidad de texasholdem a modo de torneos.
El Gran Casino de Santander fue también escenario de una de las películas del Director Santiago Segura en Torrente.
Las playas de Santander son espectaculares, con gran cantidad de servicios y accesibilidad, por no olvidar su gran cercanía a la cuidad. Algunas de estas playas son: playa de la Virgen del Mar, playa de la Maruca, Playa del Bocal, playa de Mataleñas, playa de los Molinucos, playas del Sardinero (I y II), playa de la Concha, playa del Camello, playa de los Bikinis, playa de la Magdalena y la playa de los Peligros.
Merece la pena también conocer Santander desde el mar, dando un fenomenal paseo en barco por la bahía; estas excursiones suelen ser de 1 hora, estar guiadas y salen desde el Paseo Pereda
El Palacio de Deportes de la ciudad de Santander está ubicado concretamente en la zona de El Sardinero.
Se inauguró el 31 de mayo de 2003. Se encuentra situado al lado de otras grandes infraestructuras culturales y deportivas como el Palacio de Congresos y Exposiciones y los Campos de Sport de El Sardinero (estadio de fútbol donde juega el Real Racing Club de Santander).
El Palacio de Deportes es de diseño vanguardista y tiene una capacidad para albergar a 10.000 personas en grandes eventos (6.000 asientos).
También es llamado «La Ballena» por la forma exterior que presenta. Además de albergar diversos acontecimientos deportivos, también es sede de numerosos conciertos organizados por el Ayuntamiento de Santander, entre otras actividades y celebraciones.
Justo al lado del mismo está situado el Parque Atlántico de las Llamas (de corte igualmente vanguardista), abierto al público desde el 11 de mayo del año 2007.
El Palacio de Deportes es uno de los centros deportivos más destacados de la ciudad de Santander, junto con el Complejo deportivo de la Albericia (Instituto Municipal de Deportes), Centro de Alto Rendimiento de Vela Príncipe Felipe, el Puerto deportivo de Puertochico, el Campo de Golf de Mataleñas y la Real Sociedad de Tenis de La Magdalena.
Centro Ciudad
El faro de Cabo Mayor y su museo.
El Palacio de Festivales.
El Planetario.
Museo Arqueológico.
La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción.
Casa Noble de los Riva-Herrera.
Biblioteca Menéndez Pelayo.
Universidad de Cantabria.
Buen número de historiadores consideran que la ciudad de Santander tiene su origen en el PortusVictoriae Iuliobrigensium de época romana. De hecho, la primera referencia a la actual ciudad aparece en el año 26 a. C. cuando, en el curso de las Guerras Cántabras contra Roma, el emperador Augusto decidió dejar constancia de su voluntad de victoria sobre los cántabros en un puerto denominado PortusVictoriae (Puerto de la Victoria).
A partir de la desmembración del Imperio Romano las noticias de lo que pudo suceder en Santander son muy escasas.
Con la conquista musulmana se produjo la llegada al norte de gentes procedentes de la meseta que venían huyendo de los árabes y es, en ese momento, cuando se empieza a producir en Cantabria la fundación de monasterios, la traída de reliquias y la influencia de la cultura y el arte visigóticos.
En este contexto es en el que se sitúa tradicionalmente el origen del asentamiento urbano y portuario de Santander, cuando, hacia el siglo VIII, los hispano-romano-visigodos llegaron aquí, refugiándose de los musulmanes, y trayendo consigo los restos de los santos Emeterio y Celedonio. Las reliquias quedarían depositadas, en un principio, en las ruinas de unas termas romanas, para erigir, posteriormente, la primera de una serie de iglesias que culminarían en lo que hoy es la Catedral de Santander.
Este hecho va a tener especial importancia en el nombre de la futura ciudad ya que el martirio de los dos santos en Calahorra, durante las persecuciones de Diocleciano, crea la leyenda cristiana de que las cabezas de ambos mártires llegaron a la bahía santanderina en una barca. El nombre de Santander sería la derivación lingüística del nombre latino Sancti Emeterii que al pasar a latín vulgar derivó a Sant Emeter y después al actual Santander. Hoy día ambos santos son patronos de la ciudad y están reflejados en el escudo de la misma.
Santander se constituyó como villa de abadengo y en el siglo XII le fue concedido fuero por Alfonso VIII, el cual, entre otros privilegios, le permitía comerciar con ciertos productos básicos y le dispensaba de ciertas tasas aduaneras.
A partir de entonces y hasta el siglo XVI, la villa va adquiriendo un importante crecimiento comercial. Formaba parte de la Hermandad de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar junto a San Vicente, Laredo y Castro Urdiales y de sus astilleros salieron los barcos que abastecían la flota del Reino de Castilla.
Una gesta importante que tuvo la marina santanderina, también reflejada en su escudo, fue la toma de Sevilla. En esa empresa tuvo un papel importante el almirante Ramón Bonifaz quien con la proa de su barco cortó las cadenas del puente de saucas que unía las dos orillas del Guadalquivir, liberando a la capital hispalense.
En el siglo XIII, la villa de Santander se articulaba ya en torno a dos núcleos: la Puebla Vieja, en la que sobresalían el castillo y la abadía-colegiata (zona actual de la Catedral y calle Alta), y la Puebla Nueva (zona de las calles Santa Clara y San Francisco), ambas estaban unidas por un puente y entre ellas se situaría el edificio de las Atarazanas. En esa época la actividad marítima y comercial de la villa de Santander era tan intensa que su población se acercaba a los 2.000 habitantes, llegando a tener su máximo desarrollo económico y demográfico a mediados del siglo XV, cuando se calcula que su población alcanzaba los 6.000 habitantes
Sin embargo, en los últimos años de ese siglo Santander viviría una grave crisis provocada por la peste que llegó a la villa a bordo de una Armada que venía de Flandes.Tendrían que pasar 200 años para volver a alcanzar una población superior a los 5000 habitantes ya que a lo largo de toda la Edad Moderna la villa siguió sufriendo una cadena de pestes.
En el siglo XVII el puerto santanderino entra en decadencia por el desvío del comercio castellano hacia la villa de Bilbao, y no será hasta el siglo siguiente cuando Santander experimente una profunda transformación demográfica, económica y administrativa. La apertura del “camino de Reinosa” en 1753 inicia un importante comercio de lanas y harinas castellanas, sobre todo, a partir de 1765, cuando el puerto de Santander es habilitado para comerciar con las colonias americanas. Paralelamente, la villa experimentará una transformación institucional, en 1754 es elegida sede de la reciente diócesis santanderina y al año siguiente, el rey FernandoVI le otorga el título de ciudad. A partir de este momento Santander fue adquiriendo una condición preponderante sobre el resto del espacio regional, adquiriendo, la capitalidad del territorio en 1801 con la creación de la Provincia Marítima de Santander.
El siglo XIX es la época de la verdadera expansión urbana de Santander. Aunque en los primeros años de la centuria la ciudad experimenta una crisis económica como consecuencia de la invasión napoleónica, de las epidemias y de las crisis coloniales, el progreso continuó. El auge del comercio de harinas, procedentes de Castilla, junto a la importación de productos coloniales favoreció el establecimiento de la vía férrea entre Alar del Rey y Santander. El puerto de Santander fue aumentando su tráfico hasta el punto de que llegó a llamársele “el Liverpool de España”. Las compañías navieras disponían de numerosos buques veleros y vapores y había líneas regulares desde Santander con Bayona, Nantes, Londres y Liverpool, aparte de las habituales con las Antillas españolas y del cabotaje nacional.
En 1893 tuvo lugar uno de los sucesos más dramáticos de la historia de la ciudad: la explosión en los muelles del barco “Cabo Machichaco”, que provocó la muerte de 590 personas y unos 2000 heridos. El vapor vizcaíno iba cargado con 51 toneladas de dinamita y en plenos trabajos de extinción estalló la carga, con lo que también se incendiaron las calles inmediatas al puerto.
En el último tercio del siglo XIX la ciudad, al igual que otros puntos de Europa, comienza a configurarse como un destino turístico y de ocio, coincidiendo con la promoción de los baños de ola gracias a sus propiedades terapéuticas. La aristocracia y la alta burguesía buscaban lugares saludables de descanso que les permitiesen, al mismo tiempo, el contacto y la relación social. Pero el impulso definitivo al veraneo lo darían los monarcas, que convirtieron Santander en la corte estival o veraniega, frecuentada por nobles, aristócratas, burgueses y otros personajes ilustres. En 1861, la reina Isabel II decidió pasar unos días estivales en las playas de El Sardinero y, en agradecimiento, el Ayuntamiento le ofreció unos terrenos para construir un palacio. Sin embargo, fueron las repetidas estancias veraniegas de Alfonso XIII y de su esposaVictoria Eugenia, grandes admiradores de la ciudad, las que convirtieron definitivamente a Santander en un selecto centro de veraneo. En 1908, la ciudad le regaló al monarca los terrenos de la península de la Magdalena, dónde se construyó el palacio, cuyas obras finalizaron en el año 1912. En pocos años la ciudad se transformó y se construyeron algunos de los edificios más emblemáticos: el Gran Casino, el Hotel Real, el Hipódromo de Bellavista, además de chalets y hoteles de familia.
Tras finalizar las penurias de la Guerra Civil, Santander tuvo que enfrentarse a otro desastre: el incendio del año 1941. Se inició el 15 de febrero coincidiendo con un huracán de viento sur y destruyó la mayor parte de la zona antigua de la capital. Ardieron 1.783 viviendas y desaparecieron 37 calles, así como 508 comercios, hoteles, pensiones y bares. La reconstrucción que se hizo posteriormente siguió las directrices de la arquitectura de posguerra, fusionando la herencia racionalista con el discurso tradicionalista de la arquitectura oficial.
Durante los años sesenta, se vivió un despegue en el sector industrial, que favoreció tanto a Santander como al resto de la provincia. En 1983 se constituía la Comunidad Autónoma de Cantabria con Santander como capital.

La gastronomía de Santander está fundamentada principalmente en sus pescados. El recorrido gastronómico podría empezar por el Barrio Pesquero, continuando por Puerto chico, El Sardinero y para terminar por el área de Corbán.
Las carnes de las que se nutre también Santander, proviene del ganado vacuno que se cría en Cantabria. Criadas con pastos naturales, tales como la ternera, añojo, novilla y buey, gozan de una gran reputación por su calidad y sabor.
Unos platos típicos de la ciudad de Santander son sus rabas y sus rosquillas dobles, además del destacado cocido montañés y los mencionados platos de pescado y marisco, que van desde la lubina y la sardina hasta productos como la morguera.

  • El primer domingo de junio. El Día Infantil de Cantabria
    Se celebra en la Magdalena. Es una Fiesta de Interés Turístico Regional, de exaltación de lo autóctono, organizada por la «Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria» (ADIC), asociación fundada por Miguel Ángel Revilla. En esta fiesta se muestra entre otras muchas cosas, una exhibición de aluche (antigua lucha cántabra) y modalidades de deporte rural como la carrera de lecheras, tiro de cuerda, salto del pasiego y corte de troncos.
  • Lunes de Pentecostés (finales de Mayo principios de Junio, en función del año).
    Fiestas de la Virgen del Mar.
  • 25 de julio: Fiestas de Santiago.
    Fiesta de Interés Turístico Regional.
  • 30 de agosto: Fiestas de los Santos Mártires
    San Emeterio y San Celedonio. Patrones de Santander.
  • 15 de septiembre: Fiestas de la Virgen de la Bien Aparecida
    Patrona de la Diócesis de Santander y de Cantabria (Fiesta de Interés Turístico Regional).
  • Festival del Mar.
    Se celebra cada cuatro/cinco años. La próxima edición se celebrará del 30 de agosto al 2 de septiembre del año 2014.