San Vicente de la Barquera


A 40 min. al oeste del Albergue Paradiso

vista de San Vicnete de la Barquera
Situada en la costa occidental de Cantabria San Vicente de la Barquera es un municipio que en sus apenas 41 kilómetros cuadrados aúna todos los valores y atractivos de la España Verde: un destacado patrimonio monumental, gran importancia histórica, un excepcional medio natural, una reconocida gastronomía y una profunda tradición popular que se refleja en sus diversas manifestaciones festivas y artísticas.

Su puerto pesquero, sobre el que ha girado el desarrollo de esta villa continúa siendo uno de los más importantes de la región. El turismo y los servicios son en la actualidad la principal actividad económica del municipio, conformando una amplia y atractiva oferta para los visitantes.

San Vicente de la Barquera se encuentra en pleno corazón del Parque Natural de Oyambre, un espacio natural protegido de gran valor ecológico integrado por rías, acantilados, playas, dunas praderías y bosques que albergan una fauna y flora de gran importancia.

Importante obra de ingeniería medieval que comenzó a construirse en piedra en el siglo XV, sobre otro anterior de madera.

En su época, en la que llegó a contar con 32 arcos, fue considerado como uno de los puentes más grandes del reino.

El puente nuevo data de la época de Carlos III.

La antigua villa medieval de San Vicente de la Barquera contaba con un completo recinto fortificado, constituido por el Castillo y la muralla que rodeaba la vieja ciudadela alta.

En la actualidad, se conserva la mayor parte del lienzo norte y parte del sur, con las puertas de Asturias o el Peregrino y la de La Barrera, así como la Puerta del Mar recientemente reconstruida.

El Castillo del Rey de San Vicente es uno de los mejores ejemplos de arquitectura defensiva de la región. Fue construido en el año 1210, tras la concesión de fuero a la villa de San Vicente de la Barquera por Alfonso VIII, aunque se le supone un origen más legendario a mediados del siglo VIII, cuando el rey asturiano Alfonso I realizó la primera repoblación de la villa.

Los reyes de Castilla se reservaron el señorío sobre el castillo de San Vicente, cediendo temporalmente su alcaldía a quien les parecía, hasta el año 1453, en que Juan II otorgó su tenencia a los vecinos de la villa, en la persona de su Procurador General.

Tras una cuidadosa rehabilitación del Castillo, sus dependencias se han acondicionado para acoger diferentes eventos de carácter cultural: exposiciones, representaciones, etc., constituyéndose como un importante foro cultural de la región.

Su construcción fue incluida en el Primer Plan de Alumbrado, bajo el reinado de Isabel II, entrando en funcionamiento el 27 de diciembre de 1871.

Inicialmente utilizaba aceite de parafina para dar luz y avisar a los navegantes. Sucesivas reformas han ido ampliando sus características lumínicas hasta llegar a la reciente automatización del faro instalando una óptica de tambor y un cambiador automático de lámparas.

Se encuentra situado en un bucólico lugar junto a la entrada del puerto, lugar en el que según la tradición cuenta que apareció la Virgen de la Barquera, patrona del municipio hace ya muchos siglos.

El templo fue construido en la Edad Media, siendo las primeras referencias escritas conservadas del siglo XV. En su interior se venera la imagen de la Virgen de la Barquera, la cual según la leyenda llegó a este lugar en un lejano «martes de Pascua florido», a bordo de una pequeña embarcación, sin tripulación, ni velas, ni remeros, la cual durante siglos hizo el milagro de señalar la dirección del viento futuro a los marineros. En recuerdo de estos sucesos se celebra la popular fiesta de La Folía.

  • Estatua del Inquisidor Corro.
  • Convento de San Luis.
  • Iglesia de Santa María de los Ángeles.

La gastronomía local se basa principalmente en los productos del mar, con pescados y mariscos de extraordinaria calidad, la gastronomía en San Vicente de la Barquera cuenta con una reconocida reputación y una amplia oferta de restaurantes. Muchas son las especialidades, siendo su plato estrella el «sorropotún«, guiso de bonito del norte con patatas. También en esta villa se pueden degustar las ostras cultivadas en su ría y una gran variedad de pescados del Cantábrico. También destaca la rica tradición repostera en la que la «pejina» es el dulce más conocido. Destacar también las famosísimas «corbatas» de hojaldre de la localidad vecina de Unquera.

San Vicente de la Barquera ha sido rotagonista ya desde la época romana.p Sin embargo la villa vivió su mayor esplendor durante la edad mediap, tras la concesión del fuero por Alfonso VIII, época en la que sus hombres protagonizaron importantes gestas marineras en la reconquista de ciudades andaluzas o en las expediciones a Terranova.

San Vicente de la Barquera fue un importante paso del Camino de Santiago en la ruta costerap. Fruto de ese pasado la villa y sus pueblos cuentan con un destacado patrimonio monumental declarado como Conjunto Histórico Artístico. Abrazada por el mar, San Vicente de la Barquera se enclava en torno a las rías de Rubín y Pombo, cuyos brazos rodean casi por completo las colinas sobre las que se asienta la puebla vieja, magnífica muestra del esplendor histórico que tuvo la villa en la Edad Media gracias a sus gestas marineras.

Alfonso I el Católico (S.VIII) repobló y fortificó la villap que consiguió un notable desarrollo gracias a los privilegios conseguidos por medio de los Fueros, otorgados por Alfonso VIII (año 1210). La historia marinera de San Vicente va paralela con la de las famosas Cuatro Villas de la Costa, a las que pertenecía, destacando entre sus gestas la participación en la reconquista de Sevilla o las expediciones a Terranova para la pesca del bacalao.

La visita del que fuera emperador Carlos I en el año 1517 y las crónicas existentes sobre las fiestas con que fue agasajado y las descripciones de la villa en esa época constituye uno de los momentos de mayor esplendor y orgullo de los barquereños.

En los años sucesivos el azote de la peste y diversos incendios provocaron su declive.

Pero además de este milenario enclave de acusado sabor pesquero y marinero, San Vicente ofrece al visitante un entorno en el que predomina la naturaleza, El Parque Natural de Oyambrep, sobre el que se asienta la mayor parte de su territorio, es un compendio de la Cantabria litoral en el que coinciden una gran variedad de elementos naturales, como los acantilados, playas y dunas, praderías, rías y marismas, sierras costeras, etc.

  • La Folía. Declarada de Interés Turístico Nacional, se celebra después de Semana Santa, dependiendo de las mareas, destacando su procesión marítima en la que participan todas las embarcaciones del puerto.
  • La Barquera y El Mozucu.Se desarrolla durante los días 7, 8 y 9 de septiembre, con numerosos actos populares, ofreciéndose gratuitamente a todos los asistentes el sorropotún, plato típico barquereño.
  • Fiestas de El Carmen. Se celebra alrededor del día 16 de julio, con numerosos bailes y sardinadas
  • Playa del Merón: Es la playa por excelencia de San Vicente de la Barquera. Debido a su longitud (unos 4 kilómetros), se la divide en varias partes: El Puntal, El Rosal, Merón, Bederna y Peñas Negras.Se encuentra en mar abierto y es extraordinaria para la práctica del surf, gracias a sus espectaculares olas. Por ello, en ciertas ocasiones, se recomienda seguir escrupulosamente las indicaciones del personal de Protección Civil.
  • Playa de la Maza: Primera playa que se encuentra al cruzar el puente del mismo nombre. Al carecer de peligro, resulta muy apta para los más pequeños.
  • Playa del tostader: A 500 mts. de La Maza, nos encontramos con esta concurrida playa que, como su nombre indica, debido a sus dunas, resulta muy apropiada para el bronceado. Es también el punto de partida para la práctica de los deportes náuticos (vela, esquí acuático, windsurf, piragüismo, etc.).
  • Playa de Oyambre: Al otro lado del cabo de Oyambre, se encuentra esta playa, de igual belleza que la de Merón, siendo ésta de menor longitud. Sus alrededores son de extrema belleza, ya que se encuentra enclavada dentro del Parque Natural de Oyambre.